Investigadores de la Universidad de Tokio (Japón) han desarrollado una nueva técnica que permite transformar los residuos de alimentos en una especie de “cemento” que, además de ser potencialmente comestible, puede utilizarse en la construcción civil en sustitución del cemento común -ya que es cuatro veces más resistente a la tracción y flexión que el hormigón convencional.

restos de comida en el cemento

Es una alternativa sostenible precisamente porque elimina parte de los restos de comida, relacionados con los residuos, que al descomponerse emiten metano, aumentando el efecto invernadero. El proceso de fabricación del cemento, que tiene tres etapas de secado, rociado y compresión, se llevó a cabo utilizando mezcladores y compresores comunes, disponibles en las tiendas departamentales japonesas.